Triduo pascual
Jueves Santo. El Triduo Pascual de la pasión y resurrección de Cristo es la culminación de todo el año litúrgico. Cristo redimió al género humano y dio perfecta gloria a Dios principalmente a través de su misterio pascual: "muriendo destruyó la muerte y resucitando restauró la vida".
Comenzamos el Triduo el Jueves Santo a las 20:00h, con la misa vespertina de la cena del Señor. En este día, durante la Última Cena, Jesús instituyó dos sacramentos: La Eucaristía y el Orden Sacerdotal. En ella, el sacerdote realiza el lavatorio de los pies a doce personas de las cofradías quienes representan a los apóstoles. Con esta acción, Jesús nos transmite el mensaje de la caridad. Cuando dice: "Lo mismo que yo hice con vosotros, hacedlo vosotros en favor de los demás”. También en este día, Cristo nos dejó un mandamiento nuevo: “Amaos los unos a los otros, así como yo os he amado”. En el momento antes de las ofrendas se presentaron los Santos Óleos que habían sido bendecidos en la misa Crismal el miércoles Santo en la catedral de Valencia. La santa misa concluyó con el traslado solemne del Santísimo Sacramento al lugar de la reserva para la comunión del día siguiente. Es el momento de la adoración eucarística.
A las 23:00h. se realizó el Vía Crucis por las calles de la Vila, representado en cada estación por los miembros del Movimiento Juvenil.
Viernes Santo. El Viernes Santo a las 17:30h, celebramos los Oficios. El centro de la celebración lo ocupa la Cruz del Señor: “Mirad el árbol de la Cruz”. En la liturgia del Viernes Santo, meditamos el misterio de la muerte de Cristo. Rezamos la oración universal, adoramos la Cruz. y recibimos la Comunión Eucarística, consagradas el Jueves Santo.
Vigilia Pascual. Nos reunimos a las 22:00h, Iluminados con la luz del nuevo fuego pascual de Cristo. Nos gozamos con el canto del Pregón Pascual que, con su fuerza y su belleza llega a estremecernos a todos. Repasamos la historia de la salvación. Dios, en su infinita misericordia, ha querido que todas sus criaturas lleguen a contemplar su rostro. Esta historia maravillosa comienza con la Creación y alcanza su punto más elevado en la resurrección. En la presencia de Jesús Resucitado la Iglesia se abre a todos para ofrecernos una vida más plena. Tuvimos la alegría de acoger a una niña, Ángela, que recibió el sacramento del bautismo y todos renovamos nuestras promesas bautismales. Es como una conmemoración individual y comunitaria del bautismo que todos recibimos en su día.
Llegamos al momento central de nuestra celebración, de nuestra fiesta de esta noche, la Eucaristía de Pascua, Jesús resucitado se hace presente entre nosotros, con aquellos signos que Él nos dejó, el pan y el vino, que es alimento para el camino y fuerza para seguir sus pasos. Después pasamos a la capilla para saludar a la Purísima con el Regina Coeli. Y en el salón de la Milagrosa nos felicitamos la Pascua con el chocolate y mona.