Aguinaldo de la Purísima

Las campanas cuajadas de años y de fiestas, nos anunciaron con su tañer el colofón de los festejos celebrados en honor de nuestra Excelsa Patrona. El sábado al atardecer proclamaron la partida del cortejo del Aguinaldo de la Purísima que partiendo desde el templo parroquial de Santa María visitaría el Centro Parroquial de Santa María, la Sociedad de Festeros y el Excmo. Ayuntamiento.
Las voces blancas dels Angelets entonaron las estrofas que desde 1667 transitan por calles y plazas, en otro tiempo requiriendo dinero y especies para sufragar las patronales fiestas. Rodeado de una gran muchedumbre y acompañados por la música, el cortejo del que formaban parte además de los dieciséis angelets las camareras y la junta de fiestas, fue recibido por sus respectivos presidentes en las puertas de las diferentes sedes sociales, donde aguardaba un nutrido grupo de gentes.
El Acto del Aguinaldo se hizo presente en la solemne función eucarística oficiada bajo la nave gótica presidida por la imagen de nuestra Madre y Guía. En el transcurso de la misma fue revivida la escena costumbrista del ofrecimiento del maíz y el canto de las centenarias estrofas tan conocidas y entonada por todos.