Bajada de la Virgen e Imposición de Medallas a las Camareras del 2017 y nuevos Miembros de Junta

Con el jubiloso sonar de las campanas de la esbelta torre de Santa María, en el atardecer del sábado 11 de noviembre, la hermosa imagen de la Purísima, llevada a hombros por los jóvenes de las parroquias de la ciudad, partió de su Real y Pontificia Capilla para ser entronizada en su camarín del Altar Mayor y así presidir los festejos que en su honor y desde hace siglos le son tributados.
Tras recorrer las calles y plazas, entró en la nave gótica del templo, repleto de fieles que con aplausos y cantos recibieron la recibieron. La liturgia y el júbilo rememorarán en estos festejos la figura de la Purísima Concepción al cumplirse el 375 aniversario de su elección como patrona de Ontinyent, fruto del latido de los sentidos y del corazón, manifestados por los pobladores de la villa en 1642, hacia la concebida en gracia, sin mancha de pecado original en el primer instante de su ser natural.
La celebración eucarística, presidida por el Ilmo. Sr. Plebán y Vicario Episcopal, Rvdo. D. Juan Melchor Seguí Sarrió, acogió la imposición de las medallas acreditativas a la actual Promoción de Camareras de la Virgen, a los nuevos miembros de la Junta de Fiestas y al nuevo vicario de la parroquia, Rvdo. D. Vicente Femenía.
El canto del himno “Sobre el Clariano Señora” del maestro Rafael Martínez Valls y el Rvdo. D. Remigio Valls Galiana sirvió de prólogo a los patronales festejos.