Conmemoración de todos los fieles difuntos

Desde siempre la Iglesia ha exhortado a rezar por los difuntos. Invita a los creyentes a no ver en el misterio de la muerte la última palabra de la suerte humana, sino más bien como el paso hacia la vida eterna. El día 2 de noviembre recordamos con amor a nuestros hermanos difuntos, celebramos el triunfo de la vida de Dios en nuestra pequeña vida humana. Como una gran familia, nos reunimos para implorar que la misericordia de Dios es ilimitada, para que en sus brazos abiertos se encuentren todos aquellos que cerraron los ojos a este mundo deseando verle.
Con firme esperanza en la resurrección de Cristo, celebramos la Santa Misa en el cementerio por todos nuestros difuntos, por los de todo el mundo y por aquellos de los que nadie se acuerda. La Eucaristía estuvo presidida por D. Pau, párroco de San Rafael, y concelebrada por los sacerdotes de las demás parroquias, los padres Franciscanos y asistieron los diáconos D. Rodrigo y D. Felix.