Coros Parroquiales
En nuestra parroquia disponemos actualmente de dos coros, el coro de jóvenes y el coro de adultos. Ambos cumplen sus funciones especificas en las celebraciones comunitarias.
Coro parroquial Santa María:
Animan algunas de las celebraciones litúrgicas especiales, con guitarras dirigido por Juan Mollá y en ocasiones por Ricardo Torró. Con el órgano dirigido por Roberto Esteve.
Coro Juvenil Santa María:
Un grupo de jóvenes animan con guitarras y otros instrumentos musicales, la misa de la comunidad de los domingos y todos los encuentros juveniles.
Coro Sabatina:
Dirigido por Sor Ángeles, Hija de la Caridad, un grupo de camareras y algún devoto de la Purísima, todos los sábados animan la sabatina y la Misa de la Purísima.
Función ministerial del Coro
El coro es ministerialmente un elemento importante para la participación litúrgica en general y para el canto del pueblo en concreto.
El canto expresa y realiza nuestras actitudes interiores
Expresa las ideas y los sentimientos, las actitudes y los deseos. Es un lenguaje universal con un poder expresivo que muchas veces llega a donde no llega la sola palabra. En la liturgia el canto tiene una función clara: expresa nuestra postura ante Dios (alabanza, petición) y nuestra sintonía con la comunidad y con el misterio que celebramos.
El canto hace comunidad
El canto pone de manifiesto de un modo pleno y perfecto la índole comunitaria del culto cristiano. Cantar en común une. Nuestra fe no es sólo asunto personal nuestro: somos comunidad, y el canto es uno de los mejores signos del sentir común.
El canto hace fiesta
El valor del canto es el de crear un clima más festivo y solemne, ya sea expresado con mayor delicadeza la oración o fomentando la unidad. “Nada más festivo y más grato en las celebraciones sagradas, exprese su fe y su piedad por el canto” (MS 16).
La función ministerial del canto
La razón de ser de la música en la celebración cristiana le viene de la celebración misma y de la comunidad celebrante. La música y el canto tienen dos puntos de referencias: el ritmo litúrgico y la comunidad celebrante. El canto sirve “ministerialmente” al rito celebrado por la comunidad.
El canto, sacramento
Dentro de la celebración, el canto y la música se convierten en un signo eficaz, en un sacramento del acontecimiento interior. Dios habla y la comunidad responde con fe y con actitudes de alabanza; se encuentran en comunión interior. El canto es un verdadero “sacramento”, que no sólo expresa los sentimientos íntimos, sino que los realiza y los hace acontecimiento.