La imagen de la Purísima retorna a su Camarín

Con gran solemnidad, la imagen de la Purísima retornó a su Camarín en la Real y Pontificia Capilla, después de haber presidido todas las manifestaciones sacramentales del mes de mayo, el mes dedicado, de manera singular, a loar sus gracias y virtudes, en los que se vivieron momentos cargados de emotividad.
Nuevamente un sinfín de promesas, historias oraciones y bellezas se escribieron en los anales de nuestra devoción mariana, en la que todos bebimos de su luz, amor y gracias. Atrapada en la memoria permanece la tarde del domingo, 2 de junio, con su devoción y esplendor. Con el sonar de los bronces de la altiva torre de Santa María la solemne función eucarística, oficiada por el Ilmo. Sr. Párroco-Plebán y Vicario Episcopal Rvdo. D. Juan Melchor Seguí Sarrió asistido por su clero y el Rvdo. Sr. Arcipreste, escribió el preámbulo del singular momento, que testimonió la populosa concurrencia de fieles, en los que el protagonismo fue enmarcado por la celebración de la Bodas de Oro y de Plata de las Promociones de Camareras de 1969 y 1994, respectivamente.
Concluido el Santo Sacrificio de la Misa, solemnizado por el Coro Parroquial de Santa María y el de Sabatina, y al que asistieron la actual promoción de Camareras y la Junta de Fiestas, partió la hermosa procesión pregonando la pureza de la bendita y privilegiada Mujer para recorrer parte de la parroquial de San Rafael. A las puertas del templo, su titular rindió, pleitesía acompañado por el estallido de un hermoso ramillete de fuegos de artificio y los cálidos aplausos de las gentes que allí la esperaron. Las gentes que habían salido a las calles para gozar de un ambiente de armonía y complicidad, engalanaron sus corazones para enmarcar el instante único de la subida de la preciosa y restaurada imagen de la Excelsa Patrona a su Camarín, verdadero joyero de amor, para seguir siendo faro, guía y gloria de esta Ciudad, que en 1642 la eligió unánimemente por patrona.
El triunfal instante resonó, con su ambiente festivo, con el disparo de las salvas de ordenanza, los acordes musicales de la Marcha Real y el volteo de las campanas.