MES DE MAYO. MES DE MARIA

Mayo fue de nuevo expresión de felicidad en torno a la Mujer Doncella, que íntima y serena, fue agasajada con loores y esperanzas, cantos y plegarias y con un sinfín de ceremonias sacramentales.
La Purísima, sobre la que hemos vivido momentos inmateriales a la vida en este mes a Ella dedicado, fue el eje vertebrador de una nueva revelación vivida en cada momento, en cada alma y en cada sonrisa de quienes hasta sus plantas llegaron para la entrega incondicional de su amor. Todo un mundo de sentimientos y emociones jalonaron el amplio templo parroquial de Santa María, no solo en la práctica devocional del Mes de María, sino en todas las celebraciones eucarísticas, de manera singular en las celebradas el sábado 28 de abril y el domingo 27 de mayo con la conmemoración de las bodas de oro y de plata de las promociones de Camareras de 1968 y 1993 respectivamente. La primera de ellas la entronizaba en el presbiterio del altar mayor y la segunda en su camarín en la hermosa Capilla regalada de diferentes privilegios pontificios y reales, después de haber paseado por calles y plazas recibiendo la devoción de sus hijos.