MISA DE DOBLA Y LA PROCESIÓN DE LA «PUJÀ»
El domingo, ornado de impactante sol y belleza, amaneció ataviado con la singular gratitud que todos brindamos a la hermosa imagen de la Purísima que sobre el trono de ángeles, gubiados por imaginero Virgilio Sanchis Sanchis, rubricaba la solemnísimos festejos. El templo de Santa María, en cuya capilla, tiene su sede canónica nuestra Patrona.
La eucaristía, con un halo especial y solemne unida a las voces del “Coro del Col·legi de Santa Maria”, reunió a los miembros de la Sociedad de Festeros del Santísimo Cristo de la Agonía y a los de la Sociedad de Fiestas de la Purísima. La celebración fue oficiada por el Ilmo. Sr. Plebán y Vicario Episcopal, Rvdo. D. Juan Melchor Seguí Sarrió, acompañado por los párrocos de las parroquias locales, el P. Guardián de los Franciscanos, el Sr. Vicario de Santa María y el presbítero Rvdo. D. Mario Bataller.
Con esta ceremonia culminaban las magnas celebraciones que depararon protestación pública de fe con la imagen letífica que fue elegida por unanimidad como guía y patrona, concluyente con la gratitud a festeros y proclamación del grupo de camareras que durante el próximo período cuidarán de la imagen de la Virgen, quien recorrió las calles del itinerario señalado en la anual procesión, recogiendo las oraciones, plegarias y agradecimientos, finalizando con su entronización en su Real y Pontificia Capilla mientras eran disparadas las correspondientes salvas.