Misa de Nochebuena

La celebración entrañable de la Nochebuena nos ofrece el anuncio de esta buena noticia, el Evangelio, que es alegría para todo el pueblo. En el silencio de la noche, con las familias reunidas, con nuestros villancicos unidos al canto de los ángeles que anuncian la Gloria para Dios y la paz para los hombres, encontramos la urgencia de llevar este mensaje que revoluciona el mundo a todos los hombres que están a nuestro lado e incluso a los que no conocemos: Dios está entre nosotros, y tiene la capacidad de llenar nuestra vida de la verdadera alegría que el hombre necesita, la de saberse amado incondicionalmente.
Después de pronunciar el Pregón de Navidad, los niños de catequesis de infancia hicieron una representación que resumía los cuatro domingos de Adviento en los que nos preparamos para la Navidad. Resonó nuestro canto más alegre en esta gran noche de luz, paz y amor, Gloria a Dios, en ese momento varios niños con cirios encendidos acompañaron a un ángel, a San José y a la Virgen María llevando al Niño Jesús para colocarlo en el nacimiento del presbiterio.
Junto a las ofrendas del pan y vino se ofrecieron alimentos que se habían recogido en la campaña de la "Cistella" portados al altar por los más pequeños que participaron en la celebración. Al terminar, pasamos a adorar al Niño, acompañados de villancicos y felicitarnos en esta Navidad.